La caricaturización de la patria

“A la pregunta: ¿cuál es el personaje que aunque pequeño todo lo puede? De la siguiente serie de opciones, ¿usted respondería? a. El chapulín colorado; b. el Divino Niño; c. el átomo; d. sancho panza. La respuesta no es definitiva, puede variar según su lugar de procedencia, pero si usted es colombiano indudablemente entenderá que por más dificultades el Divino Niño será el encargado de dar respuesta a sus angustias. O si en un caso muy extremo este se encuentra muy atareado, el Sagrado Corazón, delegado celestial elegido por la clase política del país, responderá sus clemencias (si usted es político de una manera más expedita)”.  Así es como narramos la patria a través de la “caricaturización”[1].

La caricaturización de la patria es una de las formas en la que la sociedad colombiana ha venido narrando su experiencia identitaria entorno a elementos icónicos que identifican a sus ciudadanos con una historia y un territorio particular. Y es que la idea de colombianidad cobra sentido a través de los objetos y prácticas que se han venido transmitiendo a lo largo de generaciones y que se definen como parte de la cultura popular en relación con sus íconos: la bandera, el himno, imágenes religiosas, y que el discurso oficial de la nación establece como representativos.  Es así como los símbolos en una plaza pública —o aquellos que hacen parte de la vida cotidiana—, se vinculan a un espíritu colectivo para  encarnar este sentimiento que se transmite no sólo en políticas de tipo económico y social, sino también a través de prácticas que dan al sujeto el significado de su experiencia que manifiesta su amor a la patria.

Un ejemplo de la conjugación entre la caricaturización, como manifestación de amor a la patria, la encontramos en la serie: Los Puros Criollos [2], programa emitido por el canal estatal Señal Colombia y que se adentra en la significación social, histórica y emocional de algunos símbolos característicos que representan una idea de colombianidad.  Poniendo en escena las múltiples temporalidades en que la nación es narrada, comprendida y sentida, los actores se involucran con los objetos en las prácticas que los colombianos reconocemos como dadoras de sentido de nuestra identidad. Así pues, el programa expone las tramas culturales de la sociedad colombiana: sus creencias, mitos y pasiones que constituyen una forma particular de ver el mundo, de ser y estar en el espacio-tiempo donde  se incorpora la nación día a día.

Bajo un lenguaje que caricaturiza, Los Puros Criollos presenta diferentes símbolos que constituyen una idea de colombianidad: símbolos de carácter material e inmaterial que en la cotidianidad nos ubican como pertenecientes a un contexto histórico y geográfico particular. Lo interesante es que el programa ubica la relación entre lo geográfico y lo histórico, representado desde los testimonios de los actores susceptibles al símbolo (por ejemplo, la camiseta de la selección nacional de fútbol).

Aunque «amor a la patria» puede significar una idea conservadora de narrar la nación, los testimonios de los diferentes actores muestran la dimensión que ocupa el signo en la vida cotidiana, y por lo tanto permite  conectarse con aquello que interpela al espectador y lo lleva a preguntarse acerca de ¿qué es la colombianidad? ¿cómo la hemos entendido? ¿cómo la hemos apropiado? Y el valor que adquiere a través del cambio generacional.

Cuestionarse sobre la identidad nacional en otro ámbito que no sea el académico, pone sobre la mesa la necesidad de referirse a este tipo de tópicos con un lenguaje sencillo y accesible para todo público. Ya sea desde voces reconocidas por el público o no, el símbolo —y su valor particular— son de suma importancia para reconocernos como sujetos en nuestra vivencia diaria. Esto a su vez se presenta como una excelente excusa para, a través de la caricatura, cuestionar acontecimientos coyunturales de nuestro entorno.

Este tipo de programas abren espacios para públicos que quieren ver alternativas de contenidos propios, pero también se presenta como una alternativa para afinar la idea que tenemos de una nación inmersa en el mar de expresiones culturales de la particularidad regional colombiana. Así pues, se trasmite el discurso de la nación colombiana que, soñada o no, intenta mostrar una armonía multicultural articulada en nuestra propia coyuntura histórica. Los Puros Criollos, como instrumento estatal, se muestra como refrescante en el sentido en que se expresan las diferencias regionales de una manera natural, mientras se establece como una plataforma que presenta una la crítica del contexto en el cual vivimos.

Sin lugar a dudas, este audiovisual le apuesta a presentar la manera en la que se apropia y se narra la nación a través de la emocionalidad que producen sus iconos. Aquí la nación se crea, se construye, generando significados particulares para el sujeto, que a su vez, materializa la nación en sus símbolos y  prácticas cotidianas.

Bibliografía

Arias, Julio & Bolívar Ingrid. 2006. “el cultivo de la identidad natural. Paisaje, cultura y turismo en Montenegro, Quindío”. En: Identidades culturales y formación del estado en Colombia. Bogotá: Universidad de los Andes. Pp. 53-114

Hernández, Miguel Ángel. 2007. “religión: tradición y modernidad”. En: creer y poder hoy. Universidad Nacional de Colombia

Salazar, Noel. 2006. Antropología del turismo en países en desarrollo. Análisis crítico de las culturas, poderes e identidades generadas por el turismo. Tabula Rasa 5. 99-128.

Therrien, Monika.2008.El patrimonio cultural inmaterial en Colombia y los dilemas de las políticas culturales. En: Estado, políticas culturales y multiculturalismo, M. Chávez y M. Zambrano (eds.). Bogotá: ICANH.

Otras fuentes: http://www.senalcolombia.tv/familiar/lospuroscriollos


[1] Con ello me refiero a una forma de presentación no “ladrilluda” sino sencilla y desprendida de un carácter ideológico que la hace más accesible a todo tipo de público. Muchos de estos programas han sido dedicados, a creencias religiosas como: el divino niño; especialidades gastronómicas como: la aguadepanela, el aguardiente, prendas de vestir: la ruana, la música y el fútbol. Entre otras. (http://www.senalcolombia.tv/familiar/lospuroscriollos)

[2]  Dirección General: Néstor Oliveros Machado
Guión: Néstor Oliveros Machado, Santiago Rivas

Investigación: Bibiana Alarcón, Ramiro Ariza,

Realizador: Alejandro Beltrán, Oscar Jiménez;

Producción: Andrés Ríos;

Postproducción: Zarigüeya producciones;

Música original: Sergio Arias – Edgar Jiménez MALALMA;

Productora delgada señal Colombia: Marcela Benavides

Presentación: Santiago Rivas

(http://www.senalcolombia.tv/familiar/lospuroscriollos)

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