Lo memorable de 2011: ¿la hegemonía chilena?

- Javiera Mena, música y cantante pop chilena

Por Carlos Gardeazábal Bravo

Es preocupante que la gente se queje todavía porque no haya bandas que canten en español como las de antes. Parece que necesitan una autorización por parte de otra campaña publicitaria de las grandes disqueras (‘llegó el rock en español’, ‘oye el rock en tu idioma’), para poder llegar a disfrutar algo que no sea Soda Stereo o Caifanes. En esta época en que la música está más a la mano que nunca, ese conservadurismo bisoño raya con lo miserable. Llevamos casi veinte años de excelentes discos hispanoamericanos, después de la era de las megabandas, pero el oyente promedio quiere refugiarse en los clásicos porque las emisoras comerciales no ofrecen lo nuevo y, si lo filtran, esta gente lo considera malo porque ‘se puede bailar’ o ‘es muy tropical’.

Para los que quieren pasar por suspicaces, las bandas latinoamericanas siempre copian o son ‘derivadas’, en cambio, las bandas del norte sí pueden copiar a los africanos, a su pasado, a su tradición, o a sí mismos, sin problema. En fin. Dejemos atrás a esta parte del gran público y su miopía, y pasemos a lo que vinimos.

En el año 2011 salieron discos muy buenos en las diferentes escenas, en diferentes géneros y tipos, no sólo en rock o pop radiable. Hay de todo para todos: Psicodelia (Bam Bam), mezclas de rock y folklore (Juan Cicerol, Frente Cumbiero), propuestas rock cercanas a lo acústico (Fernando Milagros), pop electrónico (Adrianigual, Algodón Egipcio, Alex Anwandter, Astro, Jessy Bulbo). Hubo rock de garaje (Dávila 666), hip hop (Los rakas), pop intimista (Pedro Piedra), Post-rock (Austin TV, Velandia y la Tigra), variaciones locales del indie rock (La vida boheme, Los Mundos), folktrónica (Julián Mayorga, Andrés Gualdrón y los Animales blancos) y mucho más. El eterno regreso de lo mismo que campea en en el rock anglo al menos no es tan recurrente en nuestras tierras. Por otro lado, de las tendencias interesantes del 2011, está una que lleva manteniéndose desde el 2010, e incluso antes: la confirmación del dominio de la escena indie-pop chilena.

Los blogs especializados han fijado su atención en el sonido chileno y con justa razón. La música que se está haciendo en tierras australes tiene una factura muy bien lograda. Sin embargo, los suspicaces nos preguntamos si no estarán pasando cosas igual de interesantes en otras escenas. Si bien el estilo o los sonidos no tienen por qué ser exclusivamente de un país (como bien me lo recordaron acá), está claro que las bandas chilenas han recibido más atención que las de otras escenas.

De la escena colombiana, por ejemplo, sólo se oyen mencionar afuera a Pernett, Frente Cumbiero, Bomba Estéreo y a la excelente Lido Pimienta. Y ya. ¿A qué se debe esto? ¿Se deberá a malas estrategias de difusión por parte de los músicos? Lo dudo. Muchos de ellos han tocado en festivales internacionales (Coachella, SXSW, entre otros). Aún así, todavía no aparecen en el mapa del rock latinoamericano; quizás Frente Cumbiero sea el único que figura en las listas de lo mejor del 2011, por citar un ejemplo. No se debe a que sean malas bandas por el hecho de que recurran a sonidos caribeños, no. Entre otros factores positivos, los músicos locales ya han tenido la oportunidad de ver en vivo a lo mejor del rock contemporáneo en sus narices y han podido dialogar con esa música (eso ayuda a dejar de pensar en Queen o Eric Clapton y otros manoseados lugares comunes, empobrecidos y anquilosados). Mi hipótesis para explicar la falta de presencia de bandas colombianas en los blogs y la prensa especializada del continente, es otra muy diferente: en el país no hay periodismo musical serio que se tome el trabajo de seguir y explicar a las diferentes escenas y a sus artistas. Los blogeros y periodistas colombianos están más interesados en la agenda de eventos, en si una banda toca como John Dowland o en si se registra en las listas de ventas o catalogar qué es lo mejor del rockanglo, pero rara vez se toman en serio a las bandas locales. Si no lo hacen ellos ¿por qué habrían de hacerlo otros, en el exterior?

En los últimos años han surgido muchísimas bandas y solistas que merecen compartir marquesina con lo mejor del continente. ¿Qué hay que hacer para que tengan la difusión que les corresponde?

Publicado en Be Logos, Enero 28 2012


Carlos Gardeazábal Bravo, filósofo de la Universidad Nacional de Colombia y Magister en Lingüística del Instituto Caro y Cuervo de Bogotá. Actualmente vive en E.E.U.U.  Actualmente vive en E.E.U.U., donde estudiará Literatura en la Universidad de Connecticut.

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