“Si el cuerpo concierne las fuerzas más inmediatas
como las más lejanas en su origen, todo lo que dice
el cuerpo – su bienestar y sus malestares- nos informan
mejor sobre nuestro destino”.
Pierre Klossowski – «Nietzsche y el círculo vicioso.»
Hace una semana los rebeldes libios entraron a la ciudad de Sirte y “acabaron” con la vida del coronel Muamar Gadafi y, con él, su régimen dictatorial de más de 40 años. Las circunstancias de su muerte aún no clarificadas, se enmarcan desde un ataque masivo, a una ejecución a “sangre fría” -versión que cobra cada vez más fuerza, y que tiende a ser reforzada por las pruebas forenses realizadas al cuerpo; cualquiera que sea la versión final de lo sucedido, y del comunicado oficial que se emita luego de las investigaciones, lo cierto y lo que nos concierne es el resultado: “¡GADAFI HA MUERTO!”. El triunfo una vez más del mundo libre y “democrático” ha vencido. Este triunfo se devela en la imagen de un cuerpo inerte y ensangrentado, despojado de toda “humanidad.” De este cuerpo vuelto imagen y de sus múltiples manifestaciones hablare a continuación.
Empezaré recordando la imagen del cuerpo muerto de Gadafi: en el suelo, sobre un colchón ensangrentado, yace desnudo (al menos el torso) con hilos de sangre que recorren su cuerpo y que trazan así las heridas que le propiciaron los rebeldes; los ojos cerrados al igual que su boca muestran una cara “tranquila” que ya empieza a manifestar los signos de la muerte; el “tiro de gracia” en la frente (entre la sien) completa, así, el fin del coronel.
El cuerpo expuesto ha perdido toda su dignidad, es un trofeo de caza, su cadáver no inspira respeto ni temor, su cuerpo indefenso es sumisión pura. Este cuerpo que yace ya sin ningún poder se ha convertido en un objeto, el poder simbólico que representó alguna vez esa imagen para el pueblo libio y para el mundo, se ha desvanecido; ahora ha sido humillado para someterlo más profundamente. El cuerpo físico desligado de “humanidad”, porque hay que decirlo, el cuerpo de Gadafi tenia eso que se llama humanidad, se convierte en un objeto y como objeto, la manipulación de la imagen es fácil de capturar y de transgredir. Este cuerpo muerto es deconstruido en miles de imágenes (Appadurai, 2006), a una unidad simbólica efímera; este cuerpo ya está separado del yo individual se ha convertido en un modelo puro y abstracto. Y de él, saldrán interpretaciones y será reinterpretado muchas veces, para luego caer en el olvido.
De acuerdo a Appadurai, la violencia en contextos de extrema polarización se ejerce «decididamente en contra del cuerpo físico pero también contra la dignidad espiritual de la víctima”. Esta espiritualidad y humanidad que posee un cuerpo se pierde entre la sangre y los fluidos de un cuerpo muerto; allí, en el suelo sucio, ya no queda nada. Este símbolo convertido en símbolo cobra una nueva dimensión, la reproducción virtual, realizada una y otra vez por millones de nosotros, en cada uno de los clicks a la imagen, termina por pulverizar el aura (siguiendo a Walter Benjamin), despojando así a la muerte de su significado teológico o filosófico. El cuerpo lo es todo como imagen, el cuerpo no es nada como ser, porque allí la vida no vale nada.
El cuerpo expuesto, degradado y humillado ha cumplido su propósito, mostrar el triunfo del mundo “libre”, ha transgredido las fronteras y ha sido transgredido a sí mismo una y otra vez; ya este cuerpo que no es nada más que imagen puede ser encerrado, y como repetían las noticias una y otra vez con la imagen del cuerpo de Gadafi en un centro comercial expuesto al pueblo para que pudiera ser tocado, manipulado, y humillado repetidamente: “luego de realizar las investigaciones forenses de la causa de muerte, se SEGUIRÁN las tradiciones musulmanas para su entierro”. Y el cuerpo ya no es nada, la imagen lo será por un tiempo todo y el pueblo libio ¿será libre?
Appadurai, A. (2006) Muerte Segura. Violencia étnica en la era de la Globalización, Revista Académica de Relaciones Internacionales, No. 4, Septiembre: UAM.
Me encanta ese sentido antropológico que le das al texto, además también la manera en como lo escribes y cada uno de los detalles en la descripción y argumentación. Soy tu fan!
Excelente artículo. Acabas de ganar un suscriptor por rss.
«El cuerpo lo es todo como imagen, el cuerpo no es nada como ser, porque allí la vida no vale nada…» cuerpo y una trascendencia quiza… un ligero contenido como animacion de la carne ya escapado… un algo que se pierde, y quiza escapa por el hueco deja la bala… o el pensamiento que permite algo cercano a lo que en occidente se llama espiritu… alma… quien sabe…. pero al mismo tiempo s es posble hacerlo existr, incluso puede que sea necesario,… esto permite querer encerrar y enterrar la historia del pueblo libio en un cuerpo a dos semanas putrefacto, como un testigo inconciente de que la paz es alcanzable solo por muertos y por tumbas… ahora es imagenes,es una cantidad de bytes…. y su imagen se presenta como el transito al deber ser, y la negacion de lo que se ha sido….
al día siguiente, el banco mundial anunció estudios financieros y poblacionales sobre el pueblo libio…. ehmmmm
muchas gracias a todos por el apoyo!
la imagen del cuerpo violento y violentado siempre es un tema que me llama la atención.
a ver si seguimos hablando de ello.