Por: Lila Herazo | @LilaHerazo
Mientras en Europa se debate sobre cómo sobreaguar la crisis económica y “salvar” a los países que han caído en la debacle financiera, en América Latina son muchos los gobiernos que se han pronunciado, afirmando que la región está blindada y que «por estos lados las cosas marchan bastante bien». Esa aseveración puede tomarse como cierta, si se mira hacia el área económica de los países boyantes de la zona y cuando el punto que se toma como referencia para compararlos es Grecia, España o Italia.
Pero ampliando un poco el campo de visión, la realidad es que Latinoamérica tiene sus propios conflictos; los hechos acaecidos en lo que va del mes de junio, dan muestras de que la región tampoco atraviesa un buen momento. Casi al unísono, las instituciones más importantes de varios Estados comenzaron a tambalearse, a tal punto, que pareciera que nos estamos sumiendo en el caos absoluto. ¿Qué está pasando en América Latina? Aquí haremos un breve recuento de los casos más recientes y significativos.
Colombia
En Colombia fue aprobada, por ambas cámaras del Congreso, una Reforma a la Justicia que protege a quienes la crearon, promoviendo la impunidad de los «delitos de cuello blanco” y eximiendo de responsabilidad a políticos sindicados de tener nexos con paramilitares, entre otros tantos exabruptos. El proyecto fue presentado por el gobierno de Juan Manuel Santos, a través del Ministerio de Justicia; luego pasó al Senado y a la Cámara en donde, luego de “negociar” varias de las prebendas en cuestión, obviamente fue firmada y aprobada por ambas.
Lo que nunca se midió previamente, fue que los llamados “micos legislativos”[1] iban a ser de conocimiento público y que, tanto líderes de opinión como sociedad civil, se iban a pronunciar fuertemente contra la Reforma, exigiendo cuentas a las instituciones; de hecho ya se están recogiendo firmas para la presentación de un Referendo. Esto incitó al Presidente de la República a objetar contra el proyecto y devolverlo al Congreso, aduciendo que era «inconveniente». Hasta el momento, no se sabe si dicha devolución tiene asidero en nuestra Constitución y si puede frenar o no el acto legislativo ya aprobado.
Lo más grave de todo esto es que cada instancia le echa la culpa a la otra. Sólo el Ministro de Justicia, presentó su dimisión irrevocable, una vez surgió el escándalo. El Presidente del Senado, Juan Manuel Corzo, al parecer es el único que puede resolver el lío en el que se ha transformado la Reforma, pero en el momento de escribir estas líneas, no se ha podido determinar cuál es el camino legal para detener el proyecto. Mientras, el Presidente de la Cámara de Representantes y líder del Partido Liberal, Simón Gaviria, confesó en los medios de comunicación que “leyó por encima” el proyecto de ley y que confió en que era bueno, porque eso le aseguró el gobierno.
Paraguay
En los mismos días en que las instituciones más emblemáticas del poder en Colombia sufrían este remesón, en Paraguay era destituido el Presidente Fernando Lugo. Después de una protesta por un reclamo de tierras, en donde murieron 11 campesinos y 6 policías, todo se ensombreció para el presidente paraguayo. Según lo que algunos medios locales explican, luego de lo sucedido, Lugo pidió la renuncia de su Ministro de Justicia. Acto seguido, nombró en el cargo a uno de la oposición, cosa que su propia bancada no le perdonó y se lo cobró aliándose con el partido de «los colorados” –contrarios al gobierno-. Esto derivó en un juicio político, en donde se apeló a una figura constitucional en la que el Congreso puede destituir al presidente, en caso de mal uso de sus funciones.
Varios analistas han llegado a afirmar que esto se trata de un Golpe de Estado Parlamentario; de hecho, varios países de la UNASUR no sólo se niegan a reconocer el nuevo gobierno, sino que además han retirado a sus embajadores y han restringido sus vínculos comerciales con el país del sur.
Los más osados han llegado a afirmar que durante la protesta que desencadenó todos estos hechos, hubo francotiradores que fusilaron a las víctimas, a distancia, con el fin de sembrar el caos y tener la excusa para judicializar a Lugo. Otras versiones hablan de una especie de mafia vinculada con el congreso, que actuando en connivencia para apropiarse de las tierras, aprovecharon la situación para sacar al presidente del camino. Lo cierto es que el Congreso de Paraguay, legítima o ilegítimamente, logró sustituir a Lugo con Franco, su vicepresidente -y un político más afín con los intereses de la oposición-, sometiendo al país entero en la incertidumbre y la confusión.
Bolivia
Como si se hubieran puesto de acuerdo, en Bolivia está sucediendo algo similar. Una protesta de la Policía, la cual tenía como propósito reclamar salarios más justos, se ha transformado en un conato de golpe. Según el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, la derecha se alió con miembros de la policía para desestabilizar a Bolivia y señaló que el gobierno tenía la certeza de que hubo “elementos de ruptura del orden interno, de ruptura del funcionamiento institucional de la democracia de su país”.
Entre los elementos que cita el García Linera, están la toma de instituciones por parte dela Policía, la parálisis del funcionamiento del Gobierno y ataques dinamiteros a la Asamblea Legislativa y el Palacio Quemado, sede del Ejecutivo.
Panamá y Argentina
Y para continuar con la “mala racha” de la región, por estos días en Panamá, manifestantes opositores se tomaron el Congreso, haciendo múltiples destrozos en la sala de sesiones, debido a su descontento por la intención del gobierno de vender acciones del Estado a empresas privadas. Por otro lado, el gobierno argentino –y también en los últimos días del mes-, ha tenido que enfrentar y soportar el embate de los movimientos sindicalistas que otrora, se habían adscrito en el oficialismo y, de un momento a otro, se posicionaron en el bando de los inconformes.
Es interesante ver cómo las estructuras de poder de la región y las instituciones que representan a los pueblos, pueden tambalear y desestabilizarse a partir de sucesos internos o externos, que denotan la fragilidad y las falencias con las que han sido constituidas. América Latina ha sufrido históricamente ataques y violaciones de países extranjeros, pero por herencia -y también por los múltiples errores que se siguen cometiendo en nuestra quizás mal llamada democracia-, parece que nuestros mayores enemigos somos nosotros mismos, al no haber podido construir Estados sólidos, fuertes y eficientes que atiendan las necesidades de la gente y no los intereses de la hegemonía del poder, manteniendo el vicio de elegir representantes que realmente no representan a nadie más que a ellos mismos.
Sin duda, este mes de junio pasará a la historia como uno de los más movidos en materia de inestabilidad institucional en la región. Sin embargo, queda la duda de si esta situación se puede prolongar, diseminarse a otros países y cuáles consecuencias traerá a mediano y largo plazo. Amanecerá y veremos . . .
Nota de la autora:
En la noche del 28 de junio, el Congreso colombiano archivó la Reforma a la Justicia. Para mayor información ver artículo de Revista SEMANA. [Actualizado: 29/07/12]
Fuentes:
Revista SEMANA http://www.semana.com
Voz de América www.voanoticias.com
Agencia Cubana de Noticias www.ain.cu
BolPress www.bolpress.com
Noticias Boliva en tus manos www.boliviaentusmanos.com
Tiempo Argentino http://www.tiempo.infonews.com
[1] Trampas que hacen los legisladores para hacer pasar inadvertidamente leyes que benefician intereses privados en detrimento de lo público. Fuente: http://www.tubabel.com
Pingback: Latinoamérica, ¿en crisis? « cheyenne5030·
Lila muy buena interpretación del panorama regional, es difícil en tan poco espacio llegar a describir toda nuestra realidad, pero esta nota de actualidad esclarece el rumbo incierto de nuestra región siendo esto contradictorio- y solo quedamos como simple espectadores de una generación que avanza en tecnología, y denigra al ser humano, y lo peor es que gracias a la tecnología, todos podemos interactuar…denunciar, decir no, contagiar de buenas ideas a muchos, pero tenemos como directores de orquesta de nuestras madres patrias, enfermos que deliran por un bienestar individual y clasista,olvidando que somos mortales, y lo único que están dejando como legado es un nombre manchado con corrupción y egoísmo rotundo.